Precalienta tu horno a 160°C (320°F). Engrasa ligeramente el molde desmontable y cúbrelo con papel para hornear en la base.
En un bol grande, bate el queso crema hasta que esté suave. Agrega el edulcorante y mezcla bien. Añade los huevos uno por uno, batiendo entre cada adición. Finalmente, incorpora el extracto de vainilla y el zumo de limón.
Vierte la mezcla de cheesecake en el molde preparado. Si has optado por una base de galletas sin azúcar, asegúrate de presionarla firmemente en la base del molde antes de agregar la mezcla.
Hornea durante 45-50 minutos o hasta que el centro esté ligeramente firme. El cheesecake puede verse un poco tambaleante en el centro, pero se endurecerá mientras se enfría.
Deja enfriar el cheesecake a temperatura ambiente y luego refrigéralo durante al menos 4 horas, preferiblemente toda la noche.
Para guardar las sobras, cubre el cheesecake y colócalo en el refrigerador. Se mantendrá fresco durante 4-5 días. Si prefieres congelarlo, corta el cheesecake en porciones y envuélvelas individualmente en papel film antes de guardarlas en el congelador. Durará hasta 2 meses congelado.
El Cheesecake sin azúcar combina maravillosamente con una taza de café negro o té verde, ambos sin azúcar añadida, para mantener la temática saludable. Si prefieres algo más especial, un vino blanco seco o espumoso sería un maridaje perfecto.
El Cheesecake sin azúcar es una opción excelente para quienes buscan disfrutar de un postre clásico sin las calorías adicionales y sin comprometer el sabor. Su textura cremosa y su dulzor equilibrado lo hacen ideal para cualquier ocasión, desde una cena especial hasta una tarde de antojos. No dudes en probar esta receta y disfrutar de una delicia más saludable.